Todo pasa en nuestra vida por un propósito por Roberto López Barradas
Escrito por: Roberto López
Martes 11 de marzo de 2025

/ Fotografía: imagen internet

Xalapa, Ver

Muchas veces nos suceden cosas que no entendemos por qué razón nos pasan, otras acontecen y no las queremos, y muchas otras, se deben a nuestras decisiones, como una consecuencia de. Aunque la mayoría de las veces no entendemos por qué tenemos que pasar por ciertas circunstancias, todo cuanto vivimos tiene un propósito para nuestra vida.


Es difícil de entender, de comprender o de asimilar, porque nuestra mirada hacia nuestra vida es limitada, porque sólo puedo percibir el presente, sin saber que todo tiene un propósito para bien dentro de los planes que Dios tiene para mí, pero la gran diferencia y mi consuelo es, que Él conoce mi vida completa, desde principio a fin, sabe porque vivo cada cosa, alineada a los propósitos que tiene para mí.


Cada día vamos acumulando experiencias, vivencias, unas buenas otras malas, y muchas sin relevancia, pero al final, son parte de nuestra formación, de la construcción de nuestra identidad y sobre todo, de la creación de la persona que Dios quiere que sea. Día a día va moldeando nuestra vida a imagen y semejanza de su hijo Jesucristo, a fin de que podamos disfrutar de esa vida plena, llena de amor, de gozo; cumpliendo sus propósitos en mí, para bendición de los demás.


Cuando sucede algo que me lastima, que duele, que no comprendo o creo injusto, recuerdo la historia contada en la biblia sobre José, narrada en el libro de Génesis, todo lo que vivió y padeció, tenía un propósito superior a sus pensamientos, era envidiado por sus hermanos, quienes lo vendieron como esclavo, después fue acusado injustamente por algo que no había hecho y por eso fue encarcelado, para luego ser llevado a servir en la casa del mismo faraón, con gran responsabilidad y poder, que finalmente sería usado para bendecir a su padre y a sus hermanos a quienes ya había perdonado.


Qué gran historia sobre los propósitos de Dios y el perdón. Pero el punto es que José, en todo ese tiempo que pasó por circunstancias adversas, en ningún momento negó su fe en Dios, ni mucho menos renegó de Él, por el contrario, mantuvo su confianza en Dios y espero a que Él lo cuidara y sacara de cualquier situación; Y me atrevo a pensar, que muchas veces no haya tenido idea de lo que Dios tenía preparado para él o porque le pasaban ciertas cosas, pero la recompensa fue grande.


Hace unos días escuchaba con mi familia, una predica del pastor Charles Stanley, donde hablaba precisamente de ésta historia, y comentaba que muchas veces nosotros, ante escenarios adversos, nos enojamos, nos confundimos y hasta nos revelamos contra Dios, pero que una cosa es segura, nuestra rebeldía retrasa los planes y bendiciones que Dios tiene para nosotros, pero si confiamos plenamente en Él, entonces recibiremos la corona de gloria, esa es su promesa, escrita en el libro de Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

Quiero terminar con una reflexión basada en el libro de Romanos: 9:20: “Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que te alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: por qué me has hecho así? Me encanta esta analogía que describe que el alfarero cuando hace el vaso, éste no le puede pedir que no lo haga vaso, sino que es voluntad del alfarero hacerlo así, y en el proceso lo empieza a formar y una vez que está hecho, todavía lo mete al horno, lo deja cocer, para sacarlo hasta que ya está listo para cumplir con el propósito para el cuál fue hecho y servir.


Nosotros, los hijos de Dios, somos como vasos de barro en sus manos, Él está moldeando nuestra vida, nos está formando para un propósito, y muchas veces, tenemos que pasar por ciertas circunstancias, como si estuviéramos en el horno, para que una vez que Él considera que ya estamos listos, sacarnos de ahí y ponernos en el lugar correcto, recibiendo su bendición, viviendo para su gloria. Dios te bendiga. Confía y espera en Él.




NÚMEROS ANTERIORES