Xalapa, Ver
Gracias a la diversidad de culturas prehispánicas a lo largo de la historia, México cuenta con una gran cantidad de zonas arqueológicas, muchas de las cuales son poco conocidas.
Ruinas como Teotihuacán, Chichén Itzá, Tulum o Palenque, han ganado popularidad gracias a la promoción turística que han tenido, sin embargo, existen zonas arqueológicas realmente fascinantes con muy pocos visitantes.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), actualmente existen más de 190 zonas arqueológicas en México, las cuales forman parte del patrimonio cultural del país.
Por ello, enlistamos algunas zonas arqueológicas poco conocidas en México.
Chalchihuites, Zacatecas
Una de las zonas arqueológicas poco conocidas de México, es Chalchihuites. Ubicada al noroeste de Zacatecas y el sur de Durango, esta zona fue un antiguo centro ceremonial astronómico.
Construido estratégicamente entre las montañas por la cultura Chalchihuite alrededor del año 200 y 1100 d.C., su construcción está asociada a su cercanía con el Trópico de Cáncer.
Toniná, Chiapas
Ubicada al este de la ciudad de Ocosingo, Chiapas, Toniná es una de las zonas arqueológicas poco conocidas de México. Fue construida entre el año 300 y 500 d.C a la altura de las montañas, para honrar el Sol, la Luna, Venus y la Tierra.
Toniná mantenía una lucha contra el resto de las ciudades mayas como Palenque y Chichén Itzá. Su Gran Pirámide tiene siete templos, de los cuales, el templo de los Prisioneros y el del Espejo Humeante son considerados los más altos de Mesoamérica.
Guachimontones, Jalisco
Otra de las zonas arqueológicas poco conocidas de México, es Guachimontones, también conocido como Teuchitlán. Ubicada en Jalisco, está presidido por una pirámide circular, dos juegos de pelota y un anfiteatro.
Construida entre el año 300 a. C. y 350 d.C, se cree que esta pirámide estaba dedicada a Ehécatl, dios del viento, debido a la forma y posición de los escalones de las pirámides circulares.
Becán, Campeche
Una de las zonas arqueológicas mayas poco conocidas en México, es Becán en Campeche, cuyo nombre en maya significa "camino guiado por el agua corriendo". Habitada alrededor de 600 a.C., conservan algunos mascarones zoomorfos hechos con mosaico en su fachada.
Sus principales edificaciones son la estructura IV, con una escalinata central y varias habitaciones en el techo orientadas hacia el patio; así como la estructura IX, la más alta con 32 metros, la cual se cree era el santuario principal.
Quiahuiztlán, Veracruz
Esta zona arqueológica poco conocida de México tiene un alto valor histórico, al ser el sitio donde los españoles pactaron con los totonacas una alianza para derrotar al imperio Azteca. Construida alrededor de 800 d.C., se localiza sobre el cerro de los Metates, cerca del poblado de Villa Rica, Veracruz.
Actualmente, ser conservan tres cementerios, un juego de pelota y dos plazas, en una de las cuales se localizan dos pirámides, construidas con piedra estilo mexica y una gran decoración.
Malinalco, Estado de México
Malinalco es otra de las zonas arqueológicas poco conocidas de México, a pesar de estar a una hora de La Marquesa por la carretera a Toluca. Construida en 1502 por el emperador mexica Axayácatl, destaca por tener un templo monolítico, es decir, labrado en la piedra de un cerro.
En este sitio se graduaban los guerreros aztecas, por lo que las escaleras centrales estaban decoradas con esculturas de ocelotes y las fauces de una serpiente, relacionadas con el culto a Quetzalcóatl.
Dzibanché, Quintana Roo
Dzibanché en Quintana Roo, es también una de las zonas arqueológicas poco conocidas de México. Construida alrededor de 200 d.C., su nombre significa “escritura en madera” en maya.
Con un estilo arquitectónico predominante maya e inscripciones de madera en los dinteles de algunos templos, se deduce que Dzibanché estuvo involucrado en la conquista de varios pueblos de la región, al ser una fortaleza militar.