Xalapa, Ver
En una tumba de tierra, un grupo de investigadores encontró en África la osamenta de un niño de no más de tres años de edad, el cual pertenece al entierro humano más antiguo, pues los restos datan desde hace aproximadamente 78 mil años.
En la revista Nature, datallaron que la fosa hundida, en la costa de Kenia, carecía simbolismos u objetos que remetieran a la tumba del menor, pues en otras partes de la región las tumbas de la Edad de Piedra cuentan con estas características.
No obstante, la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, España, mencionó que "Mtoto", nombre que le dieron a la osamenta y que significa 'niño' en swahili, estaba envuelto en un sudario con la cabeza apoyada en lo que probablemente era una almohada, lo cual indica que se pudo haber realizado algún tipo de rito funerario.
Además del grupo de investigadores, el hallazgo fue coliderado por el Instituto Max Planck para el Estudio de la Historia Humana (Alemania) y los Museos Nacionales de Kenia, en colaboración con investigadores de una treintena de instituciones de todo el mundo.
Ante este evento, los especialistas coincidieron en que pudo existir un comportamiento social complejo entre los homo sapiens y las diferencias culturales entre las poblaciones de humanos modernos de África y de otros lugares.
Otra evidencia similar fue el hallazgo en Sudáfrica, donde se encontraron los restos de otro niño enterrado hace 74 mil años, pero su escasa documentación siempre hizo que el hallazgo fuera controvertido.
Ahora, los especialistas están abiertos a las nuevas investigaciones que den una explicación a estos eventos y los comportamientos de nuestros ancestros.
Por otra parte, los las primeras intervenciones del hallazgo surgieron desde 2013, años después se detectó una cavidad circular situada unos tres metros por debajo del nivel del suelo de la cueva en Kenia.
Sin embargo, debido a la fragilidad de los huesos que contenía, la tierra se extrajo en bloque para estudiarla con distintas técnicas.
Estas técnicas ayudaron a deliberar que la tierra era distinta a la del resto y por esta razón, la osamenta se encontraba bien articulada.
De igual manera, investigadores del CENIEH llevaron a cabo la excavación del bloque de sedimento y llevaron a cabo un análisis microscópico de los huesos y los dientes del niño.
"Este yacimiento contiene la primera asociación directa del uso de esta industria por parte del Homo sapiens, algo que para los arqueólogos supone una evidencia muy importante", afirmó la responsable del CENIEH.