Tal vez te has dado cuenta que en el trabajo es común que comas cualquier cosa, ya sea por necesidad o por simple gusto, piensas todo el tiempo en comida, pero esto a largo plazo puede ocasionar diferentes conflicto en tu vida, por lo que aquí te diremos la razón por la que lo haces y cómo puedes evitarlo.
Después de consultar a algunos especialistas para entender este comportamiento, se dio una explicación del porqué cuando las personas que trabajan en oficinas comen casi cualquier y qué pueden hacer para evitarlo.
Se dice que la mayoría de las ocasiones cuando la comida traída por alguien, comprada por la empresa o que aparece por sorpresa sobre un escritorio, la mayoría de las veces tiende a consumirse muy rápido, incluso cuando el producto no tiene buen sabor ni un aspecto demasiado tentador.
La explicación psicológica puede ser porque la comida es gratis, porque hay ansiedad, estrés y porque es hasta contagioso.
La psicóloga estadounidense especialista en problemas de alimentación y pérdida de peso, Susan Albers, asegura que “Nos encanta la comida gratis", "Nos encanta no tener que trabajar demasiado duro para conseguirla. Así que tenerla a mano en la oficina es conveniente. Amamos las cosas que son gratis y fáciles de conseguir".
Una más de las razones es que no nos hace pensar en que nos estamos llevando a la boca es el estrés, según psicoterapeuta mexicana especialista en alimentación, "El ambiente en las oficinas suele ser de mucha exigencia, de presión, de estar como corriendo de una cosa a la otra y en esos estados no es fácil conectarse y poner atención deliberada".
Cuando aparece la comida se activa algo que llamamos mindless eating qué es la alimentación sin conciencia, por lo que es probable que no te das cuenta de que estás comiendo aunque no te guste, puesto que es mejor de la alimentación consciente, ya que mejora la digestión, regula nuestro apetito y nos ayuda a disfrutar nuestra comida mucho más.
Cabe mencionar que los malos hábitos al comer también están relacionados con la ansiedad ya que en un contexto de mucho estrés, de mucha exigencia donde nuestro desempeño está siendo medido y somos tratados como máquinas productoras y no como humanos es natural que recurramos a las pocas conductas a las que tenemos acceso para calmar nuestro sistema.
Otro factor que influye en la oficina es que, en muchas ocasiones, el comer se transforma en un evento social, las personas que están comiendo algo contagian a otras para que también coman, subraya Albers, quien es autora de seis libros sobre mindful eating.
Albers, opina que el lugar donde está situada la comida es fundamental para evitar la tentación, además es bueno tener algunos bocadillos más saludables en tu escritorio. Eso se llama efecto de proximidad, comeremos alimentos cercanos a nosotros y no tendremos que esforzarnos demasiado.
Fuente: La Verdad