Hace unas semanas, científicos chinos identificaron al pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas,como el posible animal transmisor del virus del coronavirus, o Covid- 19 a los humanos, sin embargo, ese mismo equipo de investigadores se retractó.
Su hipótesis inicial, que sostenía que un coronavirus hallado en un pangolín tenía un genoma igual en un 99 por ciento al del que causa el Covid-19 en los humanos, resultó ser errónea, pues un nuevo análisis reveló que la equivalencia entre genomas se sitúa en torno al 90 por ciento, lo que resulta insuficiente para afirmar que este animal fue el origen de la pandemia.
Según sostenían los científicos de la Universidad de Agricultura del sur del país asiático, los pangolines habían sido los animales intermediarios entre los murciélagos y el ser humano, sin embargo, la institución advirtió desde un principio que los resultados no eran definitivos.
El error, explicó Xiao Linhua, coautor del estudio, a la revista Nature, se debió a un error de comunicación entre el grupo de bioinformática y el grupo de laboratorio, pues la equivalencia del 99 por ciento del genoma se refería únicamente a una pequeña parte del genoma del coronavirus, es decir, sólo a la de una proteína que el virus utiliza para entrar a las células que afecta. Sin embargo, si se tiene en cuenta la secuencia completa deel genoma, la equivalencia se reduce al 90.3 por ciento.
¿Cómo llegó entonces el coronavirus a los humanos?
Un animal que alberga el virus sin estar enfermo y puede transmitirlo a otras especies se llama reservorio. En el caso del nuevo coronavirus se trata probablemente del murciélago, pues son reservorios del virus SARS-CoV2, que causa el Covid- 19.
Según un estudio reciente, los genomas de este virus y los que circulan en este animal son idénticos en un 96 por ciento. Pero el virus del murciélago no puede fijarse en los humanos y debe sin duda pasar por otra especie para adaptarse al hombre, lo que se llama "huésped intermedio".
El que los científicos de esta universidad hayan descartado ya al pangolín, los investigadores siguen indagando entre las diversas especies de animales que se vendían en el mercado de Wuhan, donde comenzó la epidemia.
Fuente: Milenio