El cáncer es la segunda enfermedad más letal del mundo, invade una zona del cuerpo humano hasta destruirla, o derrumba a su paciente si se propaga por diferentes órganos a través de la metástasis.
Al respecto, los científicos del Instituto Sloan Kettering de Nueva York, liderados por el oncólogo español Joan Massagué, descubrieron que la capacidad de los cánceres para hacer metástasis —que es la propagación del cáncer a otras regiones del cuerpo— depende de su capacidad para cooptar las vías naturales de reparación de heridas.
“Ahora entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado —el tumor— en el lugar equivocado”, explica Joan Massagué, director del Instituto Sloan Kettering y el director de la investigación
Anteriormente había indicios de que los cánceres podrían utilizar vías de curación de heridas para apoyar su crecimiento. En la década de los 80, el investigador Harold Dvorak denominó a los tumores “heridas que no sanan”, pero los nuevos hallazgos presentan la primera imagen detallada de cómo funciona este proceso en el nivel de células y moléculas.
Aunque la metástasis es mortal, no es algo que las células cancerosas puedan hacer fácilmente. Para propagarse, deben separarse, atravesar las capas de tejido que las separan de la circulación, arrastrarse a una nueva ubicación en el cuerpo a través de la sangre o el líquido linfático, salir de estos vasos, luego echar raíces y comenzar a crecer en el nueva ubicación.
En cada paso de este proceso, la mayoría de las células cancerosas sueltas mueren.
“Una vez que las células cancerosas aprenden a sobrevivir al estrés de un ambiente extraño, es muy difícil deshacerse de ellas. Son una entidad completamente diferente del tumor en el que comenzaron”, sostiene Karuna Ganesh, médico-científica del Programa de Farmacología Molecular de SKI y una de las autoras del artículo.
METÁSTASIS NO SE DERIVA DE MUTACIONES GENÉTICAS
Ganesh y sus compañeros querían entender qué permite a algunas células sobrevivir a este viaje. Se centraron en una molécula llamada L1CAM, la cual estudios previos del laboratorio de Massagué habían demostrado que es necesaria para que numerosos tipos de células cancerosas hagan metástasis con éxito en los órganos.
Los tejidos sanos normales no suelen producir L1CAM, pero los cánceres avanzados sí lo hacen, lo que hasta la fecha continúa siendo un misterio.
Al observar los tejidos tumorales humanos con un microscopio, fue evidente para los investigadores que dividir las células con L1CAM era más común en áreas donde había una herida. Esto llevó a los científicos a preguntarse si se requiere L1CAM para la reparación normal de heridas, como ocurre en el intestino después de la colitis.
Usando un modelo de colitis en ratones descubrieron que, de hecho, este era el caso. El avance concreta que las metástasis no se derivan de mutaciones genéticas sino por una reprogramación de las células que les permite regenerar creando metástasis.
Fuente: Indigo