Xalapa, Ver
La farmacéutica alemana BioNTech informó que utilizará la tecnología de ARN mensajero (ARNm) empleada en su vacuna contra el COVID-19 para combatir la malaria.
Además de ser una de las pioneras en desarrollar la vacuna contra el coronavirus, la farmacéutica ahora pretende comenzar los ensayos clínicos de una “vacuna segura y muy eficaz contra la malaria” a finales del próximo año.
“Estamos trabajando en el VIH y la tuberculosis; la malaria es la tercera gran enfermedad con una enorme necesidad médica no cubierta.(...) Es una enfermedad particularmente grave con una alta tasa de mortalidad en niños pequeños”, afirmó el director ejecutivo de BioNTech, Ugur Sahin.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), arrojaron que en 2019 hubo al menos unos 229 millones de casos de malaria en todo el mundo.
Y, de acuerdo con estos registros, este año 409.000 murieron a cuasa de esta enfermedad.
El director ejecutivo dijo que, aunque no se garantiza el éxito de la vacuna, la empresa está en “el mejor momento para abordar este reto”, ya que han logrado obtener más conocimientos de la tecnología ARNm en el uso de las vacunas.
Asimismo, los especialistas afirmaron que desarrollar una vacuna contra la malaria será complicado, pues “el genoma del Plasmodium, el parásito que causa la malaria, es más complejo que el de los virus”.
Además, comentaron que las variantes existentes y futuras de este parásito pueden ser un desafío para el desarrollo de una vacuna eficaz.
“La malaria es una enfermedad grave y potencialmente mortal. Pese a ser una enfermedad prevenible y curable, casi la mitad de la población mundial está en riesgo de padecerla”, explicó la experta en enfermedades infecciosas en Mayo Clinic de Rochester, Minnesota, Stacey Rizza.
Al igual que el Dengue, pero de mucho más gravedad, esta enfermedad se adquiere tras la picadura de un mosquito y los signos y los síntomas suelen aparecer pocas semanas después de la picadura.
No obstante se han presentado casos en los cuales los síntomas se presentan hasta por un año.
Algunos síntomas son ciclos de “ataques”, que normalmente empiezan con estremecimientos y escalofríos, seguidos por fiebre alta; luego, se produce sudoración, hasta que, finalmente, se recupera la temperatura normal.