Xalapa, Ver
.- El 3 de mayo se conmemora el Día de la Santa Cruz, una festividad religiosa que tiene sus orígenes en el antiguo Jerusalén, sin embargo, en México y en otros países los trabajadores de la construcción celebran el Día del Albañil.
Pero, ¿por qué están relacionados entre sí?
Historia del día de la Santa Cruz
Según el santoral católico, la fiesta de la Santa Cruz—que hace referencia a la cruz de madera donde murió Jesús de Nazareth— se celebra el 3 de mayo porque en esa fecha hace años atrás, se encontró la reliquia que es sagrada para la religión católica.
Según refiere el historiador Eusebio de Cesárea (263-339), la víspera de una batalla contra Majencio, el emperador Constantino I "el Grande" (272-337) tuvo un sueño en el que se le apareció una cruz luminosa y escuchó una voz que le decía: In hoc signo vincis, que en latín significa "Con este signo vencerás".
Constantino, entonces, mandó a colocar una cruz en sus estandartes y bandera una cruz, sosteniendo que a partir de ese día "creía en Jesús como su madre, Helena". Al final del día, el triunfó le favoreció y Constantino, en agradecimiento, mandó que cesara la persecución de los cristianos.
Al final de su vida, el mismo Constantino fue bautizado y es considerado el primer emperador romano que abrazó el cristianismo.
Pero si bien a Constancio se le apareció una cruz en sueños, y esa es la historia que refiere el santoral católico, hay que hablar del hallazgo de la reliquia donde murió Jesús, el cual corresponde a Helena, esposa del emperador Constancio Cloro y madre de Constantino.
La emperatriz Helena de Constantinopla (250-329) se convirtió al cristianismo cuando su hijo Constantino ya gobernaba el Imperio Romano de Oriente, y muchos historiadores consideran que ella influyó en la decisión de su hijo de legalizar, primero, y después abrazar la religión cristiana.
Pues bien, según la leyenda, la emperatriz viajó hasta Jerusalén para buscar la cruz donde había muerto Jesús.
Para ello, mandó excavar en el área donde se encontraba el Monte Calvario, y el 3 de mayo del año 326 encontró tres cruces —otras fuentes señalan que eran tres pedazos viejos de madera. Ante el hallazo, surgió la pregunta: ¿cuál de las tres era la verdadera Santa Cruz? Para averiguarlo, colocó cada una de las cruces cerca de una persona que recién había muerto y, por milagro, el muerto resucitó cuando se le acercó la tercera cruz: la verdadera reliquia. Otras narraciones hablan del milagro de una persona enferma que recobró la salud.
Mientras que el Día del albañil
Aunque no existe una versión oficial del origen de esta tradición, diversas fuentes señalan que todo se refiere al sincretismo que tuvo lugar en nuestra sociedad tras la Conquista.
Un fragmento de la Cruz se dejó en Jerusalén y otro se trasladó hasta Roma.
El fragmento que se quedó en la tierra de Jesucristo, fue instalado en un templo que fue transformado por manos de albañiles.
También en Roma, arquitectos y albañiles construyeron pronto una Basílica dedicada a la Santa Cruz, en donde aún actualmente se venera la preciosa reliquia junto a un fragmento del letrero de la Cruz y uno de los clavos.
En México, por estas fechas, algunos pueblos prehispánicos hacían ceremonias y sacrificios para solicitar buenas cosechas en el año. Y tras la evangelización, esta costumbre agrícola se mezcló con las creencias cristianas y se empezó a rogar a la Santa Cruz por dichos beneficios.
Con el tiempo, muchos de los campesinos dejaron el arado y la hoz, y migraron a las ciudades para trabajar como albañiles. Sin embargo, conservaron ciertas tradiciones: por ejemplo, la de encomendarse a la Santa Cruz, ya no para una buena cosecha, sino para no sufrir accidentes o caídas en el trabajo.
Por esa razón es que en casi todas las construcciones de nuestro país hay siempre una cruz de madera, decorada con papeles o listones de colores.