"Debes sentirte contento. Ya la mataste", reclamó Irinea Buendía a su yerno Julio César Hernández, policía de investigación del Estado de México que asesinó a Mariana Lima el 29 de junio de 2010 y que, cobijado por su cargo, trató de hacer pasar el hecho como un suicidio.
El caso de Mariana llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación después de pasar por 20 agencias de Ministerio Público y marcó un precedente importante en México: A partir de este momento se ordenó que todos los casos de muerte violenta de una mujer fueran investigados con perspectiva de género.
Hoy, casi 10 años después, México sigue lamentando y exigiendo justicia para las mujeres que son asesinadas en nuestro país. El caso más reciente es el de Fátima, una niña de apenas siete años que fue secuestrada el pasado 16 de febrero afuera de su escuela y días después encontrada muerta adentro de bolsas de plástico.
“Fátima tiene que ser un nombre que recuerde que vivimos en un país de desaparecidos, de desigualdad, de gente que no le importa que sea una más, pensaron que no la íbamos a reclamar, que nadie iba a hablar por ella y no es así, Fátima era muy amada”, dijo Sonia López , tía de la niña, llena de rabia y con lágrimas en los ojos.
TRES DÉCADAS DE DOLOR
El asesinato de mujeres en México se volvió un fenómeno internacional a inicios de 1990 con las muertas de Ciudad Juárez, en ese momento todavía ni siquiera se tenía un término para nombrar las atrocidades que vivían cientos de madres y padres al norte del país.
Feminicidio es la forma más extrema de la violencia contra la mujer y tiene su origen en la posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran respecto de los hombres, así define el Gobierno de México este ataque deliberado que provoca la muerte de las mujeres por su condición de género.
A pesar de la lucha constante de miles de mujeres por honrar la memoria de sus hijas, hermanas, tías y amigas, fue hasta 2012 que se introdujo el feminicidio al Código Penal Federal , que establece siete razones, de las que debe cumplirse por lo menos una, para que la investigación se tipifique como feminicidio: Signos de violencia sexual o de cualquier tipo, lesiones degradantes previas o posteriores a la muerte o actos de necrofilia, violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar por parte del sujeto activo, algún tipo de relación sentimental, afectiva o de confianza entre la víctima y el victimario, amenazas o lesiones previas por parte del sujeto activo, la incomunicación de la víctima y que el cuerpo sea exhibido en un lugar público.
Sin embargo, el movimiento se ha enfrentado a factores socioculturales que no solamente mantienen el machismo, sino que solidifican la violencia contra las mujeres, entre ellos la lealtad entre servidores públicos, policías, fiscales y jueces.
"Lo que estamos viendo también con la autoridad es que nos enfrentamos a algo que es la impunidad. Necesitamos empezar a tener mecanismos eficientes de sancionar autoridades que por negligencia, por corrupción o colusión impiden que se metan a los agresores a la cárcel", declaró María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio, al diario El País.
Las cifras no mienten
Aunque la Suprema Corte determinó en 2015 que como parte del protocolo de investigación de las muertes violentas de mujeres se tenía que introducir la perspectiva de género, la realidad es que esto no ha ocurrido en los últimos años y así lo demuestran la cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública .
En 2017 murieron por homicidio 3 mil 430 mujeres, de los cuales 756 casos fueron tipificados como feminicidio. Mientras que en 2018, 3 mil 752 mujeres murieron por agresiones dolosas, de las cuales 891 fueron clasificadas como feminicidio. Para las autoridades, solo uno de cada cinco asesinatos de mujeres es investigado como feminicidio.
El sitio femenicidios.mx , creado por María Salguero en 2016 y reconocido por la ONU y el Woman Economic Forum, presenta un diagnóstico de cómo ha evolucionado el feminicidio en México en los últimos diez años
.Señala que en los 49 días que van del 2020, se cuentan 133 feminicidios, según información recopilada de las noticias e informes que le llegan de todo el país acerca de asesinatos de mujeres y que, la mayoría de las veces, las autoridades judiciales tipifican como homicidio doloso, revictimizando a las mujeres.
Aunque las cifras apuntan a que en lo que va del 2020 son 133 mujeres asesinadas bajo la figura del feminicidio, solamente algunos casos han alcanzado un mayor conocimiento por parte de sociedad a través de las redes sociales y los medios de comunicación.
Minerva "N"
Fue el primer feminicidio del 2020. Con 42 años la mataron en el municipio Aquismón de San Luis Potosí cuando salió de la casa de sus familiares acompañada de su novio Fernando, con quien tenía pocos meses de haber comenzó su relación. La información que se obtuvo es que su cuerpo fue encontrado sin vida a mitad de la calle y con una apuñalada en el pecho minutos después de salir del lugar donde celebró el Año Nuevo. De Fernando, lo único que se sabe es que tiene antecedentes penales de homicidio en Estados Unidos.
Isabel Cabanillas de la Torre
26 años, madre de un hijo de cuatro años, artista plástica e integrante del colectivo Hijas de Nuestra Maquilera Madre que lucha por los derechos de la mujer, fue encontrada sin vida y con varios disparos en el pecho en la zona centro de Ciudad Juárez el 19 de enero, precisamente un lugar que forma parte de un Corredor Seguro para Mujeres. Dos días antes se había reportado como desaparecida.
María del Pilar González Llamas
El pasado 22 de enero Pili, como le decían de cariño, salió a comprar pan y leche con su novio a unas cuadras de la catedral de San Miguel de Allende en Guanajuato, donde vivían, cuando un hombre a bordo de una motocicleta los interceptó lanzando disparos al aire, provocando que ambos corrieran. La joven de 20 años se resguardó atrás del mostrador de una tienda, pero tuvo que salir porque el sujeto armado era su exnovio y ya la había amenazado en ocasiones anteriores, el hombre del cual no se sabe el nombre entró al lugar y cuando ella salió de donde se escondía le disparo en la cara.
Yaneth Rubí
La noche del 25 de enero, Yaneth ingresó con un hombre de 45 años a un hotel en la colonia Guerrero de la Ciudad de México. Antes de cumplirse una hora, el hombre salió a la recepción y dijo que la mujer con la que había entrado estaba terminando de vestirse por lo que entregó la llave y se fue.
Al no salir Yaneth de la habitación y tampoco responder cuando los empleados tocaron la puerta, éstos decidieron entrar y vieron el cuerpo de la joven de 26 años en el piso, estrangulado, atado de pies y manos.
Ingrid Escamilla
Con 25 años de edad, Ingrid fue asesinada por su novio Erick Francisco el 9 de febrero de 2020 tras una discusión de pareja en el departamento que compartían en la calle de Tamango 258 en la alcaldía de Gustavo A. Madero.
El hombre de 45 años la apuñaló y desolló su cuerpo antes de arrojar los órganos al drenaje de la calle, todo fue presenciado por Rodolfo, el hijo autista de 15 años de Erick. El asesinato de Ingrid expuso, por negligencia, las imágenes más duras que se hayan podido ver de un feminicidio en los últimos tiempos en México. Los restos de Ingrid fueron enterrados en Puebla y él fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.
Fátima Cecilia Aldriguett Antón
En bolsas de basura se encontraron los restos de Fátima, una niña de siete años que llevaba seis días desaparecida después de salir de la escuela. El 11 de febrero, su mamá llegó tarde por ella y una mujer aprovechó para tomarla de la mano y llevársela.
Después de que la procuraduría capitalina informara del hallazgo del cuerpo en una zona rural cercana a la escuela, la sociedad mexicana ha exigido por todos los medios justicia. Hasta el momento el principal interés de la autoridades es encontrar a la mujer que se la llevó.
Fuente: Quién