“No veo amenaza de recesión”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador este viernes ante las crecientes preocupaciones sobre la salud de la economía mexicana.
“Sostengo que vamos bien y estamos de buenas”, dijo en su habitual conferencia de prensa matutina respondiendo al reporte de la la institución financiera Bank of America Merrill Lynch (BofA), que advirtió que México podría entrar en una recesión técnica.
Tras considerar que seguirán los cuestionamientos sobre el manejo económico en su gobierno, dijo que “estas corredurías, la prensa financiera, nacional e internacional, fueron como alcahuetes de la política de saqueo de los últimos años. Si no alcahuetes, guardaron silencio cómplice”.
Consideró que “se le da vuelo” a esto porque no están contentos con la nueva política económica del país, y recordó que son tres los factores clave para el manejo de la economía: que el peso se mantenga estable y fuerte, que no haya inflación o esté controlada y que haya crecimiento, lo que sucede en su gobierno.
“No tengo la menor duda de que puede existir esa disminución en la tasa de crecimiento, pero está aumentando el nivel de desarrollo, porque hay una mejor distribución del ingreso”, indicó.
En ese sentido, refirió que en el periodo neoliberal no hubo crecimiento ni distribución de riqueza, y la diferencia ahora es que aunque haya menos crecimiento, hay más desarrollo, más distribución de la riqueza, “pero eso no lo conciben los tecnócratas”.
Ayer, BofA dijo que la recesión técnica se confirmaría si la economía registra una baja en el segundo trimestre del año: “un segundo trimestre consecutivo con una contracción pondrá a México en una recesión técnica”. Además de que las minutas del Banco de México (Banxico) señalaran que la información disponible sugiere que la actividad económica mexicana muestra una desaceleración mayor a la anticipada
El estudio dirigido a inversionistas y realizado por el economista de la institución para Canadá y México, Carlos Capistrán, menciona que una recesión técnica podría depreciar el peso y generar mayores presiones para que el Banxico haga recortes en su tasa, además de que las agencias calificadoras bajarían la calificación del país.
De igual manera, las minutas de la última reunión de política monetaria del banco central muestran que “la mayoría (de los integrantes de la Junta de Gobierno) señaló que el balance de riesgos para el crecimiento ha ampliado su sesgo a la baja, como resultado de factores externos e internos, y algunos mencionaron que se ha tornado más incierto”.
Fuente: Forbes