Actualmente enfrentan problemas de la sociedad moderna como el racismo, los crímenes de odio y la violencia, pero eso no impide que muestren la magia de sus tierras ancestrales.
Han existido desde la época prehispánica y son originarios de Juchitán Zaragoza, Oaxaca, donde un hombre alto apoya sobre una base de madera un fragmento de terciopelo hasta estirarlo y lentamente va dibujando flores, sus sutiles movimientos lo definen como un muxe, y forma parte del tercer género que vive y se expresa de manera libre en ese lugar.
De acuerdo con una entrevista realizada por Vogue con Pedro Enrique Godínez Gutiérrez alías “La Kika”, ser muxe es una dualidad, pues llevan el rol dependiendo las circunstancias, en algunas ocasiones puede parecer hombre y en otras mujer. Godínez González también es el Director de Diversidad Sexual del Ayuntamiento de Juchitán, y es reconocido por ser desde hace 20 años un activista de la comunidad.
También afirmó que cuando se alejó de su hogar se dio cuenta que cuando se alejó de su hogar podía estar más lejos de la realidad y del privilegio y la fortuna que tuvo de crecer con personas muxes.
También admite que nunca permitió que se burlarán de él en la escuela ni que lo hicieran de menos. Esas experiencias lo llevaron a entender la responsabilidad que significa estar a cargo de una comunidad que tiene serios problemas de VIH y diabetes, y apoyar a sus compañeras encontrando trabajos en una fonda , donde pueden cortar las verduras, o enseñándoles a bordar para que trabajen desde casa si tienen alguna dificultad física.
“Desde pequeño me inclinaba por lo femenino, pero también me llamaba la atención lo masculino. Aunque vivo en un lugar en el que hay más apertura al respecto, tuve que lidiar con el bullying y muchísimos reportes escolares, eran tantos que mi mamá decía que ella pasó más tiempo en la escuela que yo”, mencionó.
Hay dos historias que cuentan el inicio de los muxes, la primera dice que San Vicente Ferrer, el Santo Patrón de Juchitán, tenía un bolso con agujeros en su bolsa, del que se dejaron caer; la otra versión dice que San Vicente Ferrer siempre llevaba con él tres bolsas, una con semillas masculinas, la segunda estaba cargada de femineidad y en la tercera ambas estaban revueltas, esta última se rompió sin querer y cayó sobre Juchitán, por eso hay tantos muxes ahí.
Algunos de los problemas contemporáneos que enfrentan son la violencia, el racismo y que traten de levantar su casa después del sismo del 2017, pues las grietas permanecen abiertas en las calles, además han sido víctimas de diversos crímenes de odio, pero a pesar de eso, la fiscalía los cuida.
Fuente: SinEmbargo