El expresidente boliviano ha aterrizado pasadas las 11 de la mañana de este martes en el aeropuerto internacional de la capital mexicana, después de un viaje que ha supuesto una odisea diplomática para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que el lunes otorgó el asilo político al líder boliviano por razones humanitarias. Junto a él, ha llegado a México, su vicepresidente, Álvaro García Linera.
Morales despegó a última hora de la tarde desde la base de Chimoré, una pequeña localidad del departamento de Cochabamba en un avión de la fuerza aérea mexicana. La gestión para lograr que el exmandatario boliviano abandonase el país duró casi todo el día, no estuvo exenta de inconvenientes e implicó a varios Gobiernos sudamericanos. En un principio estaba prevista una escala en Lima, pero el avión se tuvo que desviar a Paraguay para una parada técnica de unas cuatro horas. Finalmente, después de atravesar aguas internacionales ingresó por el Estado mexicano de Oaxaca hasta Ciudad de México.
“Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida", tuiteó el líder boliviano antes de subirse al avión. "Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía", añadió en la red social.
Poco después, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, colgó una foto de Morales en el interior de la aeronave, cubierto por una bandera mexicana: “Ya despegó el avión de la Fuerza Aérea Mexicana con Evo Morales a bordo. De acuerdo a las convenciones internacionales vigentes está bajo la protección del de México. Su vida e integridad están a salvo”, destacó Ebrad.
Explicó que la decisión se da “en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia, en donde la vida [de Evo Morales] y su integridad corren riesgo”. El Gobierno de México, indicó el canciller, se ha comunicado con la Cancillería boliviana para que, "bajo el derecho internacional, proceda a otorgar el correspondiente salvoconducto y las seguridades, así como garantías de que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro y que podrá ponerse en seguridad”. Desde su renuncia, Morales se ha resguardado en el Chapare, la zona cocalera del centro del país, uno de sus principales bastiones, donde gestó su carrera como líder sindical.
En las gestiones para trasladar a Evo Morales a México también participó el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, quien durante la presentación de un libro en Buenos Aires agradeció al mandatario peruano, Martín Vizcarra, su colaboración, informa Federico Rivas: "Mi gratitud al presidente de Perú, porque él habilitó el espacio aéreo peruano para que pueda llegar un avión de México para buscarlo a Evo", dijo Fernández. "Se movió diplomáticamente para facilitar la llegada de ese avión. Aún estamos esperando que llegue y espero que llegue pronto. Gracias al presidente Vizcarra. Perú es otro país que muchas veces abrió las puertas a los necesitados y perseguidos de América Latina", añadió.
Fuente: El País