Xalapa, Ver
. – Desde su introducción en la época Colonial, la caña de azúcar se ha consolidado como el cultivo agrícola más importante no solo a nivel global sino también en México, donde representa una fuente vital de ingresos.
Con su primera plantación en Veracruz, este cultivo ha florecido hasta convertirse en líder de la producción nacional, abarcando más de la tercera parte de esta.
La caña de azúcar, conocida científicamente como Saccharum officinarum, no solo se destina a la producción de azúcar, sus aplicaciones son variadas, incluyendo el uso como abono, alimento para animales, materia prima para la fabricación de papel, y el jugo de caña, que se emplea en la producción de alcohol industrial y bebidas alcohólicas.
Este cultivo es reconocido por su eficiencia en convertir la energía solar en biomasa, siendo una de las fuentes energéticas más económicas disponibles.
Entre las variedades cultivadas en México se encuentran la criolla, cristalina, violeta, y veteada, contribuyendo todas a una producción nacional que supera los 56 millones 300 mil toneladas. De esta cantidad, poco más de 6 millones se destinan específicamente a la producción de azúcar.
Veracruz se mantiene a la cabeza de la producción, aportando el 38% del total nacional, seguido de cerca por Jalisco con el 13% y San Luis Potosí con el 7%. La caña de azúcar ocupa 848 mil hectáreas del territorio mexicano, evidenciando la importancia y magnitud de este cultivo en el país.
Para asegurar la continuidad y el éxito de este cultivo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural ha puesto en marcha el apoyo a los productores de caña de azúcar, pues aquellos que cuenten con hasta 20 hectáreas de temporal o hasta cinco de riego pueden recibir una cuota por productor de siete mil 300 pesos.
Este tipo de iniciativas son fundamentales para mantener la competitividad y sostenibilidad del sector azucarero en México.
Con un arraigo histórico y una relevancia económica indiscutible, la caña de azúcar sigue siendo un cultivo emblemático para México, impulsando no solo la economía local sino también contribuyendo significativamente al mercado global de azúcar.