El General, Luis Cresencio Sandoval, no conoce la pobreza franciscana, pues sus viajes a Roma, Nueva York, Moscú o Florencia; de jornadas de shopping en Denver o Milán lo llevó a gastar la exhorbitante cantidad de 2 millones 489 mil pesos, los cuales fueron pagados de la tesorería del Ejército para que tuviera su estancia de dos semanas en cuatro ciudades italianas, en las que el hospedaje se realizó en palacios y exclusivos hoteles.
Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en alianza con Fábrica de Periodismo revela los millonarios y poco conocidos viajes del general Luis Cresencio Sandoval al extranjero.
Jets del Ejército, hoteles de alta gama, comidas y cenas en buenos restaurantes, viáticos en suficiencia, visitas a museos y lugares emblemáticos de los sitios visitados, así son los viajes del titular de la Sedena con toda la familia.
El general Sandoval González suele viajar acompañado. Varias de las plazas de los jets de la Fuerza Aérea Mexicana son ocupadas por su esposa, su hija, su hijo (un alto funcionario federal de inteligencia), su nuera, su pequeña nieta y a veces su consuegra.
Además, al titular de la SEDENA lo acompaña siempre una célula de al menos 10 militares que atiende sus necesidades: ayudantes de campo, asistentes para él y para su esposa, jefe de seguridad, médico, enfermera e intérprete, además de los efectivos encargados de la avanzada.
Además de todo el lujo en los viajes, el general Sandoval y su familia realizan jornadas de shopping de marca en Denver o Milán.
Toda esta información se dio a conocer gracias a los correos filtrados por los hacktivistas del grupo Guacamaya.