Xalapa, Ver
GUADALAJARA, Jal. (Apro).– La activista Katia Rodríguez Bejarano, quien fue atacada con un cuchillo por su hijo Santiago, pidió que se le encarcele por el delito de tentativa de feminicidio y no por lesiones calificadas, “como los magistrados de la Segunda Sala Penal de Jalisco resolvieron en su apelación”.
Esto luego de que señaló que la defensa de Santiago presentó un amparo y en donde los magistrados resolvieron el tema en una semana, cuando el promedio es de seis meses.
“Todo lo que mueve el dinero en este Estado es asqueroso, no hay justicia. A la que más le duele que mi hijo intentó matar es a mí, no debe salir de la cárcel, si no, ¿qué será de mí y de mis otros hijos?”, reiteró.
También alertó que cualquier otra persona que esté cerca de su hijo Santiago corre peligro.
“Estoy luchando contra sentimientos horribles de dolor, vergüenza, tristeza, pero sé que lo correcto es que pague sus actos ilícitos”, sostuvo.
Katia, quien es abogada, en las próximas horas tendrá una audiencia en el Centro de Justicia para la Mujer en donde pedirá que su hijo no salga libre y se le juzgue por intento de feminicidio.
De acuerdo con la afectada, el comportamiento de su hijo obedece a la adicción a la droga y a la influencia de su padre.
Estos terribles hechos ocurrieron el pasado 15 de febrero en su casa ubicada en Zapopan, cuando Santiago atacó a su mamá, quien recordó que la apuñaló en cinco ocasiones “se reía, y que hay testigos que lo oyeron decir ‘te voy a matar porque me metiste a rehabilitación’”.
Santiago, de 19 años, se encuentra internado en Puente Grande, donde inicialmente fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio en grado de tentativa y por medio de amparo, según denuncia su mamá, consiguió reconfigurar el delito al de lesiones calificadas.
En días pasados, Santiago difundió a través de sus defensores una carta en la que acepta su responsabilidad por haber atacado a su mamá, sin embargo, dijo que ella lo maltrató durante gran parte de su vida y lo alejó de su padre ejerciendo violencia y maltrato psicológico.
También aseguró que cuando era menor de edad, ella lo internó en una clínica contra las adicciones –consumía cocaína–, donde sufrió abusos.
Fuente: Proceso