Xalapa, Ver
. - Especialistas alertan de la importancia de aceptar y entender a las personas con esta condición; la pandemia dejó diversos obstáculos para su tratamiento.
Autismo y Síndrome de Asperger, dos palabras que hoy permean la cultura popular por algunos personajes de series estadunidenses como The Good Doctor, The Big Bang Theory, The Young Sheldon o Doctor House, o personajes de la vida real como la activista Greta Thunberg, pero en el caso de los personajes de ficción se trata de una romantización de una condición que afecta a uno de cada 160 niñas y niños en el mundo.
Sin embargo, aún es poco lo que se sabe del espectro autista, aseguran activistas y científicos consultados, pues los estudios son tan jóvenes que aún vive Donald Grey Triplett, quien a los 11 años, en 1943 se convirtió en el primer caso diagnosticado de autismo en el planeta.
Hoy, muchos adultos han logrado vivir dentro del espectro autista, sobre todo el Síndrome de Asperger, término ya en desuso, considerado el nivel de mayor independencia dentro del autismo, lo hacen sin diagnóstico y sin comprender muchos aspectos de su vida.
"Si pensamos en personas adultas que tienen 40-50 años no podemos dimensionar eso porque serían muchos, lo que está pasando en 2022, y de alguna manera con la pandemia, esto se activó, es decir, personas con Síndrome de Asperger, que a lo mejor no estaban identificadas y padecen ansiedad, imagínate la pandemia, estén encerrados; el estrés generó, obviamente, situaciones críticas de depresión, sentimientos de ansiedad en todo mundo, pero el Asperger particularmente tiene una vulnerabilidad para desarrollar comorbilidad”, dijo para el medio de comunicación Excélsior, Carlos Marcín, quien es director del Consejo de Investigación y enseñanza de Spectrum Therapy Center.
De acuerdo con Marcín, hay estudios que indican el doble de propensión a la depresión de personas con autismo, en especial aquellos que eran diagnosticados con el Síndrome de Asperger, hoy catalogado dentro de los niveles del Trastorno del Espectro Autista (TEA) por la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-11) de la OMS y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) de la Asociación Americana de Siquiatra.
Pero no se trata de crear pánico, ni todas las personas que padecieron episodios de depresión y ansiedad en los últimos dos años son personas no diagnosticadas en el espectro autista, es una condición de vida.
El diagnóstico de Asperger no lo hacemos nada más evaluando al sujeto en el presente, en lo actual, tenemos que echarnos para atrás porque el diagnóstico tiene que venir como un diagnóstico de trastorno del desarrollo, o sea esta persona los 3 años ya empezó obviamente a manifestar algunas características del autismo, pero no alcanza a ser identificado”, explicó el especialista.
Y justo en los primeros años de desarrollo de niñas y niños con el autismo de nivel 1 de ayuda es que se empieza a marcar diferencia con los que requieren mayor asistencia, pues son niñas y niños que pueden camuflarse y pasar desapercibidos en la sociedad, aunque dentro de sí tengan una batalla mental y de sensaciones.
Cuando llega conmigo una persona adulta y me dice tengo depresión, de todas maneras hago una historia clínica y lo primero que checo es desde dónde viene su depresión y desde dónde viene su problema; en el Asperger, si me voy para atrás, inmediatamente voy a encontrar que sus problemas de socialización, de reciprocidad emocional, de compartir, vienen obviamente desde la infancia y de manera muy marcada, muy notoria y que necesitó, la mayoría de las veces, terapia”, explicó.
En 2016, Carlos Marcín refirió la estadística más actual en México sobre el autismo, entonces llegaron a la conclusión de que uno de 116 nacimientos era una niña o niño con alguna condición dentro del espectro autista, sin definir los adultos que no han sido diagnosticados y que cada día aumentan por la resonancia del tema en medios de comunicación y la conversación en las redes sociales.
Lo mejor es siempre buscar a especialistas certificados para tener una mejor opinión.
SIN DISCRIMINAR
Cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger que, si bien, su definición ha cambiado en manuales de la OMS y la Asociación Americana de Siquiatría, aún es usado por especialistas y pacientes cuyo diagnóstico fue realizado con las anteriores definiciones.
El día, además del dos de abril, cuando se conmemora el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, debe ser aprovechado para reconocer a las personas que viven en el TEA y no ignorarlos o discriminarles el resto de los 365 días, consideró Nancy Anaya, directora de operaciones de la Asociación Otea Autismo y madre de un adolescente con autismo.
A las personas con Asperger les cuesta trabajo, por ejemplo, cuestiones como entender dobles sentidos, comprender bromas, tienden a ser muy literales con pensamientos muy rígidos, si se salen de su rutina a veces caen en angustia, en ansiedad, pero a final de cuentas son personas muy funcionales con altos niveles de independencia”.
En México, las personas con autismo, incluso cuentan con la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista, pero falta que se traduzca en un acceso equitativo, aseguró Nancy.
Yo, periodista de formación, ahora soy mamá de Arturo y terminé dedicándome al autismo porque no existen muchas cosas para ellos, no hay instituciones, no hay centros de inclusión educativa, no hay deporte adaptado, no hay nada falta todo por hacer y es curioso porque somos uno de los pocos países con leyes promulgadas a favor de esta población”.
Y para muestra de la discriminación que viven ella y los padres de aproximadamente 400 mil niñas y niños con autismo pone el ejemplo de que el lector imagine que va viajando en un autobús lleno de gente, hace mucho calor, el ruido del vehículo le ensordece; en el par de asientos de al lado va una mujer y su hijo, un adolescente del cual no atina a decir su edad porque se ve bastante alto, podría tener 13 o 17 años.
El joven se va tapando los oídos y tarareando una canción que más bien son sonidos guturales.
Todo el estrés del viaje lo expresa en un: ‘estate en paz niño’ o un ‘señora calme a su hijo’.
Sin saberlo podría estar aumentado la ansiedad y discriminando a un adolescente con autismo, esa tonada que a usted le parece insoportable es su manera de defenderse de un ruido (el motor del autobús, el volumen de la música, la vibración del camino), que seguramente lo viene lastimando y su conducta es una estereotipia para regularse ante un estímulo adverso.
Fuente: Excélsior