Xalapa, Ver.- Oaxaca se ha convertido en el primer Estado de México en aprobar que los certámenes de belleza y concursos como Miss Universo o Miss Mundo suponen violencia simbólica contra la mujer.
La decisión del Congreso local no prohíbe estos eventos, pero impedirá que se destinen fondos públicos a ellos en calidad de campañas de promoción turística o publicidad oficial.
Los diputados han acordado que los concursos donde se evalúa el cuerpo y la belleza de las mujeres promueven “estereotipos sexistas” que discriminan las características físicas de las participantes.
A partir de ahora, la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género en Oaxaca recoge la prohibición de usar cualquier recurso público para actos donde se evalúe el físico de las mujeres de cualquier edad.
La iniciativa de considerar estos eventos "violencia simbólica" ha sido impulsada por Magaly López Domínguez, diputada de Morena que ha hecho suya también la lucha en contra de la comida chatarra en el Estado.
La decisión de Oaxaca se da a conocer en plena ola de transformación de los concursos de belleza.
En el último Miss Mundo, celebrado en 2019 antes de la pandemia, una mujer negra hizo historia al llevarse la corona.
Ese mismo año, otras cinco mujeres afrodescendientes ganaron en otros certámenes.
Un año antes, Ángela Ponce, la joven transexual española que ganó el concurso en España para Miss Universo y que más tarde participó en la final global en Bangkok, se erigió como icono de la diversidad y el activismo.
Swe Zin Htet, la representante de Myanmar en la competición de Miss Universo, también rompió los moldes y fue la primera miss de este concurso que se declaró abiertamente homosexual, algo penado por ley en su país.
Sin embargo, todavía hay mucha polémica alrededor de estos eventos. Veronika Didusenko, modelo de 24 años que fue coronada Miss Ucrania en 2018, fue despojada del título cuatro meses después porque los organizadores se enteraron de que tenía un hijo.
“De acuerdo con las reglas del concurso nacional de belleza Miss Ucrania”, dijo la organización en un comunicado, “la modelo debe cumplir con los siguientes requisitos: no estar ni haber estado casada y no tener hijos”.
En muchos certámenes, todavía se estila pedir a las concursantes una lista de atributos físicos, que es lo que se premia —medidas específicas de pecho, estaturas no inferiores a 1,70 metros, y un largo etcétera—, además de ciertas características personales como no haber sido madres.
En Venezuela, en el inicio de la era del #MeToo, algunas exreinas denunciaron las experiencias de acoso que vivieron en el concurso.
Migbelis Castellanos, representante de Venezuela en Miss Universo 2014, señaló a Osmel Sousa, el exgerente de la organización del certamen, de haberle pedido que consiguiera el patrocinio de un empresario o funcionario del Gobierno a cambio de sexo para costear los gastos de su candidatura.
Ese mismo año, en 2018, el concurso de Miss América prescindió de la categoría en traje de baño en razón de la oleada de denuncias de acoso de mujer.