Con aplausos y cantos, familiares, religiosos y fieles católicos despidieron al Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios
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Lunes 09 de agosto de 2021

/ Fotografía: Ícono Veracruz
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Xalapa, Ver Con una emotiva misa de cuerpo presente, religiosos, familiares y decenas de fieles católicos, despidieron al Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien falleció la mañana de este domingo, víctima de una hemorragia interna.

Fue a las 13 horas que comenzó la misa exequial en la Catedral Metropolitana, la cual se mantuvo a su máxima capacidad según las medidas sanitarias implementadas por la COVID-19.

Al frente del altar, fue colocado el féretro de Reyes Larios, el cual se mantuvo abierto. Sus familiares se colocaron a un costado, mientras que los religiosos al otro.

Los fieles que lograron obtener un lugar en el recinto, llevaban veladores y flores en mano.

Al inicio de la misa, el vicario general, Salvador Morales Casas, leyó un mensaje del Santo Padre Francisco, quien además de enviar sus condolencias, se refirió al Arzobispo como un hombre con “que con su dedicación y trabajo, ofreció su vida por el bien de la iglesia”.

De la misma forma, recordaron que su partida se da muy cercana a la fecha en la que cumpliría los 75 años de vida, “Dios te llamó para estar con él”.

“Te vas pronto, sin avisarnos, sin despedirte de nosotros como lo imaginábamos, te has ido en una muerte santa, recibiendo desde la tierra tu recompensa de profeta. Nos has dejado huérfanos, mi querido padre y pastor, nos sentimos como ovejas sin guía, sin embargo, al cumplir nuestro deber filial y fraterno de velar y orar por tu descanso eterno, nos sentimos también reconfortados”.

Mientras se desarrollaba la misa, al exterior del recinto, una larga fila de católicos buscaba ingresar a la Catedral para poder despedirse de Reyes Larios, algunos con lágrimas en el rostro y con flores.

La celebración continuó durante poco más de una hora, hasta que llegó el momento de sepultarlo.

Mientras hacía su último recorrido por la Catedral, los asistentes lo despidieron entre aplausos y cantos.

Sus restos fueron depositados en la capilla de San Rafael Guízar Valencia, justo a un lado de la tumba de Santo.



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