Joaquín El Chapo Guzmán fue sentenciado en Estados Unidos a cadena perpetua, tras haber sido declarado culpable de ocho cargos de crimen organizado y narcotráfico.
Por el cargo nueve, de portación de arma, fue sentenciado a 30 años de prisión, además de que por el cargo 10, de lavado de dinero, le dieron 240 meses de cárcel.
La sentencia fue ejecutada en la sala 8D que presidió el juez Brian Cogan, en la Corte Federal del distrito este de Nueva York.
Al leer la sentencia, el juez Cogan dijo que hubo "montañas de evidencia" que condenaban al líder del cártel de Sinaloa y dejó en claro que durante el juicio "vi las características criminales más terribles de toda mi vida como juez".
1.- Participación continua en una empresa criminal.
En esta acusación se incluye su relación con los líderes del cártel del Norte del Valle y con otros distribuidores; 26 violaciones a la normas internacionales que prohíbe la distribución de cocaína, heroína y mariguana y la conspiración para cometer asesinato entre enero de 1989, meses antes de la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes, y septiembre de 2014, semanas después de la segunda captura de Guzmán Loera.
2. Conspiración internacional para producir y distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana.
3. Conspiración para importar cocaína.
4. Conspiración para distribuir cocaína.
5, 6, 7, y 8.- Distribución de cocaína a nivel internacional.
9.- Uso de armas de fuego.
10.- Conspiración para blanqueo de ganancias producto del narcotráfico.
Con esto se pone fin a un proceso que duró dos años y medio desde que El Chapo fue extraditado el 19 de enero del 2017, unas horas antes de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos.
El tribunal de Nueva York que llevó el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán pospuso para hoy la sentencia contra el líder del cártel de Sinaloa, que originalmente estaba establecido que la lectura se diera el martes 25 de junio.
Con la sentencia de por vida, también culmina de forma definitiva la carrera delictiva de uno de los liderazgos más longevos del crimen organizado en México que data de finales de los años ochenta cuando Guzmán Loera se integró a La Federación, organización criminal fincada en Guadalajara, Jalisco, y comandada por Miguel Ángel Félix Gallardo.
Tras la detención de éste líder, El Chapo regresó a Sinaloa y desde ahí comenzó a construir su propio imperio.
Entre arrestos, fugas y exóticas ideas para introducir toneladas de droga a Estados Unidos, El Chapo hizo crecer su negocio a la par de su leyenda.
De manera insólita, al declararse no culpable y decidir no colaborar, Joaquín Guzmán Loera se embarcó en la difícil encomienda de enfrentar, en su propio terreno, al sistema penal estadunidense.
Fuente: Milenio