Bolivia atraviesa una serie de fuertes protestas desde el disputado triunfo del presidente Evo Morales, en las elecciones del 20 de octubre, y que tras la renuncia del ahora ex mandatario se agudizaron en varias regiones del país.
Minutos después de conocerse la renuncia Morales, primer presidente indígena del país, un grupo de manifestantes causó destrozos en su domicilio ubicado en el barrio Villa Victoria, en la ciudad de Cochabamba.
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Bolivia anunciaron la puesta en marcha de un plan en todo el territorio para garantizar los "servicios públicos esenciales" con el fin último de devolver "la paz y estabilidad" al país, sumido en una crisis política por las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre.
"Ante la escalada de violencia y hechos vandálicos que se viene suscitando en la población, y con la finalidad de mantener y proteger las áreas y los centros vitales del país, el Mando Militar ha ordenado que a partir de este momento en todo el territorio nuestras unidades militares ejecuten el Plan 'Sebastián Pagador'", han anunciado en un comunicado.
Este plan "tiene por finalidad resguardar los servicios públicos esenciales para garantizar su funcionamiento", así como "la paz y estabilidad" del país, "teniendo en cuenta que son elementos fundamentalísimos para la vida, como establece la Constitución Política del Estado".
El origen de la crisis en Bolivia son las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, en las que, según el candidato opositor Carlos Mesa, se produjo un "fraude gigantesco" para garantizar un cuarto mandato de Evo Morales.
Tras una ola de protestas que derivó en enfrentamientos, bloqueos y saqueos, Morales accedió a que la Organización de Estados Americanos (OEA) hiciera una auditoría electoral que finalmente ha confirmado irregularidades.
Fuente: Milenio