Xalapa, Ver
El fentanilo, químico que es entre 50 y 100 veces más potente que el opio, se ha vuelto la droga más usada por los migrantes haitianos y centroamericanos.
“Recojo botes y solo es para la droga”, fueron las palabras de un migrante hondureño adicto a este narcótico, quien se quedó atrapado en Tijuana, Baja California, al no poder cruzar la frontera a Estados Unidos.
Así como este sujeto, miles de migrantes viven a la espera de ayuda para cruzar hacia EE. UU., pero al no haber muchas oportunidades y por la falta de recursos, muchos se han vuelto adictos al fentanilo.
“Sobre todo estoy bien, porque puedo caminar, pero al ver a mis compañeros y que están más gastados, están más golpeados. Y pienso, ¿cómo ando? Nada más para la droga, para la droga, recoger botes, solo para la droga”, dijo un migrante a los medios de comunicación en una entrevista.
Por esta adicción, otro sujeto originario de Jalisco, quien también se encuentra en Tijuana, ya ha perdido las venas para pincharse, pero eso no lo detiene para inyectarse, pese a que usa silla de ruedas.
Según datos de la prensa, gran parte del aumento de atenciones médicas por parte de la Cruz Roja en la ciudad de Tijuana ha sido a causa de sobredosis por fentanilo.
“En 2020, entre el primero de enero y el 16 de agosto, se realizaron 209 servicios asociados a una emergencia por drogas”, señaló la prensa.
Una sobredosis de fentanilo puede llevar a un paro respiratorio y posteriormente a un paro cardiaco. Para revertir la sobredosis de dicha droga, se requieren hasta siete inyecciones de naloxona.